Un Pre-Neanderthal despierta en cualquier población humana actual. Después de más de 400.000 años sus ojos comienzan a observar el paisaje, sus pies vuelven a hollar el territorio.
Un extravagante Etólogo que se comunica con él a través de sonidos musicales arcaicos y contemporáneos le toma de la mano en su exploración, indaga en su mirada y tiende puentes o espejos de comprensión entre los humanos actuales y su antepasado.